Una veintena de universidades españolas se suma a plataformas para impartir cursos masivos
El primero de ellos fue sobre inteligencia artificial en la Universidad de Stanford
Consejos para no abandonar
Las plataformas más importantes de cursos masivos
Poder estudiar desde casa, consultar materiales de grandes universidades con acceso a profesores de referencia y compartir experiencias o dudas con alumnos de la otra parte del mundo a través de la Red es posible. Esta situación, hace unos años, estaría sacada de un guión para una película de ciencia ficción. Los conocidos como MOOC (cursos masivos online y abiertos, en sus siglas en inglés) son una alternativa económica para adquirir conocimientos, reciclarse como profesional y/o complementar el expediente académico de una forma sencilla y barata.
Este tipo de enseñanza a distancia, abierta y gratuita surgió en laUniversidad de Stanford en Estados Unidos. Allí el profesor Sebastián Thrun abrió un curso sobre inteligencia artificial para todo el mundo. En él se inscribieron más de 120.000 alumnos y más de la mitad lo finalizaron. Antes de esto, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en sus siglas en inglés), anunció en 2001 acceso libre y gratuito a los materiales de todos sus cursos oficiales. En 2009 alcanzó la cifra de 1.900 cursos de grado y posgrado publicados. Ahora y gracias a la proliferación de plataformas online que recopilan estos programas, más de una veintena de universidades españolas se han unido a esta nueva forma de estudiar, según el informe MOOC: Estado de la situación actual, posibilidades, retos y futuro del observatorio SCOPEO, un organismo promovido por la Universidad de Salamanca, que estudia la formación en Red en España. El porcentaje de abandono permanece alto al ser una apuesta gratuita a la que se puede inscribir cualquiera, aunque cada vez haya un mayor número de alumnos. Los expertos consultados para el reportaje consideran, en líneas generales, que habría que hacer un estudio de cuáles son las causas, además de considerar que el auge de esta modalidad de educación abierta en España ayuda a pensar que estas cifras no son un problema a priori.
Vicent Adam Talens, ingeniero valenciano de 27 años, fue uno de los alumnos del primer curso de Stanford: “En su momento me pareció algo muy revolucionario, poder acceder a un curso completo, gratuito. Me parecía increíble que estuviera a cargo de unos profesionales de renombre”. Su segunda experiencia, un curso de Android a través de la plataformaCoursera, ha sido más reciente, y reconoce que “por motivación personal”. El dinero también ha sido un factor a tener en cuenta para Adam. “Si no hubiese sido gratuito me hubiese costado mucho más decidirme, aunque no vería con malos ojos que cursos de este estilo tuvieran un ligero coste. Además, está la libertad que te otorgan al ser online, sin plazos excesivamente estrictos y con plataformas bien aprovechadas que lo simplifican todo”, asegura el ingeniero.
La flexibilidad de horarios es otro de los factores principales a la hora de decidirse por estos programas de formación por internet. “El año pasado me animé a cursar un máster presencial y de pago en creatividad publicitaria que se impartía en horario de tarde, después del trabajo, pero llegaba todos los días a casa sobre las diez y media de la noche. Aunque lo disfruté mucho y aprendí bastante, quería algo que se adaptase mejor a mis horarios y al bolsillo”, explica Roberto Martín Díez, responsable de Innovación Móvil en TECHNOactivity. Martín Díez sigue un curso respaldado por la Universidad de Pensilvania (EE UU) de Gamificación, materia que estudia el uso de las técnicas del juego en otros ámbitos.
Para Yamil Salinas Martínez, responsable de comunicación global de Wayra, es básico poder marcar el ritmo de tu estudio: “Puedes ir a tu velocidad, no perderte clases por viajes o por reuniones de último momento. Para profesionales que deben congeniar ambos mundos el aprovechamiento del tiempo resulta esencial”. Para Salinas también es importante la adaptación de los contenidos a los distintos dispositivos, para así, seguir aprovechando el tiempo en cada situación: “Puedes seguir una clase desde tu casa o de viaje y luego poder tener la discusión o debate a través del móvil. En mi caso aprovecho bastante las caminatas hacia el trabajo para escuchar clases en formato podcast”. Salinas ha estudiado MOOC de distintas materias, que van desde Diseño visual, Emprendimiento y desarrollo web y visualización de datos en plataformas como Class Central o EdX.
Con este mismo deseo de afianzar y expandir conocimientos para su carrera profesional, Ayelén M.Vizcaíno, gestora de redes sociales, editora y traductora, estudia actualmente varios cursos sobre idiomas y las nuevas tecnologías del mundo 2.0. “Como curiosa impertinente y apasionada de las letras, humanidades, arte y de las nuevas tecnologías, me encantó la idea de poder comprimirlo todo y aprenderlo poco a poco sin apuros desde cualquier sitio con acceso a Internet”, explica M. Vizcaíno, que ha encontrado los programas de la Universidad Politécnica de Madrid y la Europeaa través de la plataforma MiriadaX.
Por la necesidad de reinventarse continuamente, y más en época de crisis, hay empresas que se han apuntado a estos cursos masivos, en materias como idiomas, gestión de proyectos, liderazgo, para mejorar la formación de sus empleados. “No me gasto dinero en ampliar conocimientos y puedo optar a mejores puestos. Además es una buena herramienta de comunicación interna, porque implica compromiso con el empleado y puedo hacer los cursos desde el trabajo, flexibilizando mi jornada laboral y así no me quito tiempo de mi vida personal”, explica Estefanía Acedo García, miembro del equipo de comunicación de Telefónica Digital.
Un profesor que guía y participa
Además de la plataforma MiriadaX, impulsada por Telefónica Learning Services y Universia, que integra a casi 300.000 usuarios de 28 universidades y que ya ha cumplido su primer aniversario con 123 cursos impartidos, a nivel nacional Mooc.esrecopila cursos de más de 150 universidades repartidas por más de 20 países diferentes en seis idiomas distintos. “Queríamos ser una opción innovadora en la educación superior, que en nuestra opinión está llamada a revolucionar el concepto educativo de las universidades en varios aspectos, pero sobre todo, en hacer universal y gratuito el acceso al conocimiento de la mano de los mejores expertos mundiales en cada disciplina. No hay que olvidar que los profesores de las mejores universidades del mundo son, a su vez, los mayores exponentes del saber científico”, explica Pablo Martín, CEO de esta plataforma.
Una de las características principales de los MOOC es que el profesor no tiene una figura alejada del alumno desde su atril, sino que participa en el proceso como uno más, además de ser guía en las dudas de los alumnos. “Soy de las que considera que es importante participar en el foro porque se agradece que el profesor sea cercano”, asegura Carmen Sarabia, doctora en Psicología, profesora en la escuela de enfermería y experta en Neuropsicología de la Universidad de Cantabria. Esa cercanía con el alumnado, a pesar de las barreras que puede haber al estudiar online, fue una de las sorpresas que Davinia Bautista, opositora de Alicante, se encontró en su curso sobreConstitución española de 1978 para opositores, de MiriadaX: “Incluso al acabar el profesor nos dejó su correo electrónico por si en un futuro teníamos dudas”, explica Bautista.
Miquel Durán, Catedrático de Química Física en la Universitat de Girona, y docente habitual en este tipo de cursos, ve una oportunidad excelente en la enseñanza abierta para el profesorado: “Los MOOC favorecen a los profesores ya que permite que se desarrollen y sean emprendedores de la docencia, como lo son los investigadores. De alguna manera se está innovando en el campo de la docencia”. El catedrático entiende como una ventaja que la información sea abierta para que así “no solo el alumno pueda examinar al profesor», como en una clase presencial: «Aquí si lo haces mal se entera todo el mundo y si lo haces bien se consigue una reputación bien entendida”, puntualiza Durán. Para Durán, los MOOC serían la combinación perfecta junto con las clases presenciales para poner en práctica una educación híbrida. Otra de las ventajas que ve en los cursos masivos es que son para muchas personas “el catalizador perfecto para entrar en la sociedad digital de una manera seria”.
Para David Carabantes, Doctor por la Universidad Complutense de Madrid y director de Gestión de información científica en abierto, la característica de masivo sería la que más destacaría: “Con estos cursos se consigue lo que todo profesor sueña, que no es otra cosa que llegar al mayor número de alumnos posibles”.