Legumbres, semillas y cereales reinventan la figura del colmado en las ciudades. Establecimientos de cuidada estética apuestan por la venta a granel de toda la vida.
Como si estuviéramos en un colmado de esos tristemente reemplazados por cadenas o tiendas de casi 24 horas, los pequeños negocios de legumbres, harinas, arroces, semillas, especias, frutos y frutas secas… y otras delicias a granel invaden el centro de las ciudades. Al frente de ellos, jóvenes socios empeñados en una nueva forma de consumo que mira a la tradición y lo hace desde establecimientos con una imagen cuidada. “Abogamos por una compra inteligente”, explican Liliana Pinacho y Esteban Celentano, de la tienda Al Gra, en Barcelona. “Adquirir alimentos de calidad con medida y a medida se presenta como una vía de ahorro de dinero, espacio, energía, tiempo y residuos”.
La mayoría de estos negocios ofrece una atención directa y personalizada que permite servirse el producto o que alguien lo haga como en un mercado. En Granel Madrid, un cliente busca una legumbre leonesa de calidad que afirma no encontrar en otros sitios; unos jóvenes se interesan por productos con sello ecológico porque priorizan que el proceso de producción del alimento haya sido “respetuoso con el medio ambiente”, y unos padres declaran que les preocupa que sus hijos “consuman alimentos lo más naturales posible”. Juan González y Javier Benzo, propietarios de esta tienda ubicada en el céntrico barrio madrileño de Embajadores, confiesan que productos como “las semillas de chía, la levadura de cerveza o el germen de trigo han superado con creces nuestras expectativas de ventas más optimistas”.
Cristina Sánchez-Moraleda y Gustavo Moretta también dan cuenta del éxito de su oferta en Pepita y Grano, una tienda ubicada en el madrileño barrio de Chamberí. “El hecho de poder ver y probar lo que vas a comprar y saber de dónde viene cada producto es un plus”, explican. “Además, en nuestra tienda recomendamos qué usar y cómo e intercambiamos recetas de cocina”.
Desde Pre&Cra en Barcelona (Aribau, 101), con más de 1.000 referencias en productos que incluyen también vinos y vermut a granel, afirman que la estética les importa: “Ofrecemos un ambiente moderno con la nostalgia de los antiguos comercios. Nos inspiramos en los colmados y bodegas para ofrecer un espacio cómodo, agradable y familiar donde comer y comprar”. A esta tendencia se suma el interés de los chefs por estos productos y publicaciones recientes como El gran libro de los cereales, semillas y legumbres (Molly Brown, Lunwerg), lleno de ideas para elaborar los productos de este tipo de establecimientos.